¿Cómo ser Florencia y no morir en el intento?

Florencia es una mujer que vive situaciones típicas, pero con hombres atípicos. Ella me pregunta por qué me llama tanto la atención su vida y yo le digo que ella es lo que llamamos una mujer cabrona. Ella se enoja, pero yo le digo que ser cabrona es lograr poner su cabeza ante su corazón, vive la vida, no se amarga con nada, se cae y a los 10 minutos ya se está levantando y cree fielmente que la vida es para comenzarla una y otra vez, ya que los comienzos son lo mejor. Dice que entonces así sí.
Yo la llamo mi Pepe Grillo, ella dice que es mi despabilamiento diario, ya que me da de retos y zamarrones cada vez que me acuerdo del EX. Flo me recita una y otra vez que si quiero aprender a ser CABRONA debo dejar de andar pensando en el EX como el único amor de mi vida y que al fin debo ser una mujer libre. Yo simplemente le contesto que ser ella es más difícil de lo que yo creía. Entonces me respondió: al menos inténtalo. Le pregunté ¿Cómo ser Florencia y no morir en el intento?. Me miró con cara de te doy de cachetada si vuelves a preguntar y me dice: al menos lo intentaste.

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miércoles, 31 de marzo de 2010

NI TONTA, NI CABRONA


















FEMINISMO BIEN ENTENDIDO

¿Recuerdan que les comentaba el día en que había aparecido Florencia en mi vida?. La fiesta de Lulu, los tragos, la música de “por mi culpa, por mi culpa... golpeándote el pecho”, la mano loca que se posee y comienza a llamar a medio mundo en plena madrugada y el resto de cosas. Bueno, el hecho es que así como les comentaba que aquel día fue que decidí ser la voz de Florencia, es que también dejé más que olvidada a Clara.

Clari, como le gusta que le digan es la típica mina que mmmm, a ver cómo decirlo, no es que sea tonta, es sólo que es... dejada, pava, santurrona, inocentona mmmmm... no, tampoco es la frase que busco. Ella simplemente es confiada. Sí, esa es la palabra, es demasiado confiada en la gente.

Miren, si les cuento que pese a encontrar a su pololo (al que llamamos el Zancudo, ya que le succionó hasta la última gota de orgullo que le quedaba a la pobre) en pleno “estudio” sobre la cama desarmada con otra, cuando este le dijo que ya no seguía con la tipa, Clari le creyó todo y volvieron. Obviamente hasta que le demostramos a la Clari que eso no era cierto.

Florencia me dice todo el tiempo: ¿Cómo puedes ser amiga de ella?, minas como ella son las que tienen dos neuronas y más encima andan en recreo. Entiende Tatty, minas como ella son las que te atrofian el cerebro. La Flo ya le ha puesto un millón de apodos como “Clarita la tontita”, “Clarita la pajarita” y así continúa rimando su nombre. Cómo será la insistencia con que me raya el tema, que se me ha salido más de una vez uno de estos apodos. Obviamente le digo que se me sale porque en la oficina tenemos una compañera a la que le decimos así, uffffff.

El tema es que esto es como tener a un diablito y un angelito a cada lado de mi cabeza. Por un lado Florencia es la mujer cabrona que tanto quisiera ser, la que no deja que ningún hombre la haga sentirse desvalorada, la que sabe que no necesita retener a un hombre con arrullos, ya que siempre habrá uno mejor.

Mientras, Clara es la mujer cariñosa, buena, romántica y soñadora, que espera sentada al príncipe azul, ya que siempre ha soñado con tener un encuentro sumamente romántico con un hombre en la calle y vivir casi una historia como de “Mujer Bonita”, obviamente sin todo ese asunto de la prostitución y las medias caladas.

Yo por mi lado pienso en que me encantaría tener lo mejor de ambos mundos. Muchos me dicen que mis palabras suenan demasiado feministas y yo me pregunto ¿Qué daño hay en eso?. Miren, les explico que mi idea del feminismo es tan simple como aprender a quererse por lo que una es: MUJER. De eso se trata mi feminismo. Esto no se trata de pensar en que los hombres son malos y que debemos terminar con ellos y volvernos tan autosuficientes como hermafroditas, esto solo se trata de reconocer que soy mujer y cumplir con ese papel.

Yo no pienso andar por la vida compitiendo con los hombre, esto no es una guerra, ni tampoco ver quien es el sexo fuerte, si no de aprender que debemos saber convivir aceptando quienes somos.

Yo soy mujer y así como me encanta tener mi trabajo, ser independiente, lograr ser una periodista exitosa y ser libre socialmente, también me gusta que me regalen flores, me abran la puerta del auto y me digan que me extrañan (de vez en cuando). Si eso es feminismo, entonces sí, lo soy.

Ahora quien entienda que el feminismo es andar contando chistes feministas (crueles y absurdos, pero hay que reconocer que son chistosos jajaja), pagar las cuentas , para demostrar que puedo alimentarme sola y vivir pisoteando a los hombres, entonces debo decirles que para mi eso es ser una real partidaria del movimiento FMI, que es FEMINISTAS MAL INFORMADAS y por ese partido yo no voto.

Sí creo que a veces hay que ser un poco cabrona y a veces un poco tonta, pero el fin del asunto es que esto se vuelva simplemente un juego inocente y no una forma de vida. Recuerden jugar es entretenido, entenderlo como una realidad, es como para volverse loca.

Como dice Ricky Martín (que recuerden que al igual que nosotras tiene un pequeño instinto femenino jajaja) LIVING LA VIDA LOCA.


lunes, 29 de marzo de 2010

LOS HOMBRES LAS PREFIEREN BRUTAS

¿MUJER SOMBRA O QUE HAGA SOMBRA?

Florencia ha llegado enfurecida y es que no es para menos.
El tema es que se ha encontrado con su ex y en vez de haber sido una reunión para reírse del buen pasado, lo único que hizo el ex fue lastimar su orgullo.
-¿Qué se habrá creído el desgraciado?, pero ¿Cómo se le ocurre decir una estupidez tan grande?, con razón pololea con una tonta aaaaaaaaaaa. Si parece que aquí hay que ser BRUTA para que un hombre se enamore de una y eso sí que jamás lo aceptaré.
Entre tanto perico, Florencia nos logró explicar la situación. Resulta que a ella y al ex les dio por recordar episodios pasados de su relación (GRAN ERROR), ya que creo que todos sabemos que de los episodios “simpáticos”, nos pasamos a los amorosos y al final todos nos terminamos haciendo la misma pregunta ¿Oye, por qué fue que terminamos? y desde ahí sólo que queda un paso para pasar a recordar los besos pasados o las peleas pasadas, así que por favor, nunca lo hagan.
El hecho es que al ex le dio por comenzar a dárselas de psicólogo y decir que lo único que esperaba era que Flo encontrara un hombre que la quisiera, ya que le deseaba lo mejor del mundo (hay que lindo, idiota) por haber sido tan buena mujer (hay que lindo otra vez, doblemente idiota) y termina poniendo el broche de oro diciendo, eso sí, vas a tener que cambiar un poco tu genio y esa parada de mina autosuficiente, porque o si no vas a terminar espantando a cuanto tipo se te acerque y suelta una carcajada. (No les dije ya, es un idiota).
Queeeeeeee... fue la respuesta de Florencia, ¿a qué te refieres?. Hay Flo, dice el ex, pero si cuantas veces no te he dicho esto, entiende, a los hombres no nos gustan las mujeres sombra, es decir, ni que sea sombra, ni que te haga sombra.
Mira, yo salgo con Andrea una mujer simpática, que se ríe de mis chistes, aunque sean fomes, necesita de mí, cree que tengo las respuestas a todo, me consciente, me deja hacer lo que quiero, me cree su super héroe y más encima me da mi espacio.
Pero eso es ser tooonta..., no crees, a lo cual el ex respondió ¿y qué daño hay en eso?. Después de eso Flo sonrió un segundo, bostezó, miró la hora y dijo que ya era demasiado tarde y que tenía otras cosas que hacer, que era un agrado volverlo a ver y luego adiós. Miren, yo se que ella podría haberlo puteado, pero recuerden esta frase: Digna hasta el final.
Después de este relato le dije a Florencia,: -Bueno y ¿de qué te extrañas?, acaso no sabías el nuevo descubrimiento femenino y es que LOS HOMBRES LAS PREFIEREN TONTAS. No digo que todos, pero si un gran mayoría y es que la mujer independiente, inteligente y linda casi es un sinónimo de leprosa. Entiende Flo los hombres nos clasifican dentro de las categorías de sombras. Ajá dijo Flo, eso fue exactamente lo que dijo el ex, que es eso...
Mira, dije, existen las mujeres que son sombra, que es la que pasa todo el día pegada y no los deja respirar y luego está la mujer que hace sombra, que es la que los opaca, ya sea en personalidad, trabajo, inteligencia, etc. Mira Flo, en síntesis a ellos les gusta la mina TONTA, es decir, la que parece que tiene una inteligencia sacada de una película de Jerry Lewis, ya que para ellos la teoría consiste en que entre más tonta, más moldeable.
Ahora, lo que ellos no saben es que nuestra teoría es que para parecer tonta, hay que ser demasiado inteligente. ¿Has escuchado hablar de la mina tonta y pava que siempre logra lo que quiere y que la mina buena es la que siempre se queda sola?.
La teoría es la siguiente:
- Existen mujeres muy inteligente y que son grandes profesionales, pero que emocionalmente son débiles de carácter (lo que llamamos tonta), ya que es esta la que generalmente se involucra con tipos que no valen ni un peso, ya que consideran que por más inteligentes que sean, es necesario tener un cuerpo escultural para atraer la atención de algo mejor.
- Existen mujeres que a parte de ser muy inteligentes, son hermosas, pero resulta que por alguna situación de la vida, la autoestima les quedó por el suelo y desde ahí nadie las saca en pensar que el amor es sólo cosa de suerte, así que hay que conformarse con que algún hombre sincero las quiera, Con eso basta.
- Luego está la mujer inteligente, linda y con una excelente autoestima, pero que con el tiempo se vuelve tan cabrona, que terminan por entender al revés la idea de ser una mujer con poder. Por lo tanto se convierte en la mujer bruja.
- Al final está la mujer (que no necesariamente es tan linda), que es inteligente, tiene carácter, autoestima y a la vez aún entiende perfectamente el concepto de cabrona, por lo cual sabe que para conseguir lo que quiere debe parecer una completa tonta. La idea de esta mujer es que no le importa que la crean tonta, ya que tiene la confianza suficiente como para no convencerse de eso y que nadie más sabe lo inteligente de esta estrategia. El hecho es que mientras consiga lo que quiera, el resto no importa.

Por lo tanto:


CABRONA = INTELIGENTE

INTELIGENTE ASUMIDA

Controladora, autosuficiente,
Bruja y Cabrona.


INTELIGENTE CAMUFLADA

Divertida, Light, Anti Estrés,
Tonta, pero linda.



Pero, y aquí viene nuevamente el “pero” y es que esta teoría les puede asegurar un pololo baboso y consentidor, por un tiempo, pero:

- Nadie les asegura que este tipo de relaciones sean las que perduran.
- Nadie les dice que sean la mujer que podría ser presentada ante los padres o compañeros de trabajo. Claro, porque ante los amigos la tonta es la reina.
- Nadie les dice que se dé vuelta la tortillas y terminen siendo denigradas.
- Nadie les asegura que aquel hombre se haya enamorado de la mujer que ustedes no son.

En síntesis, yo no se que mujer sea la mejor, si la bruja encubierta o la bruja asumida y en realidad aún no me quiero clasificar dentro de ninguna de las categoría de mujer sombra. Hasta ahora soy como soy y dentro de todo, sé que debo encajar dentro de alguna de las categorías mencionadas anteriormente. Ya les dije que mi problema es que soy una indecisa empedernida, pero algo que si tengo más que claro es que LOS HOMBRE LAS PREFIEREN BRUTAS.

Encuentros cercanos del tercer tipo

Al fin, aunque no lo crean voy a conocer al vecino casero de Florencia.
Es que jamás me creerían la cara de impactada que tenía yo al saber que lo conocería. Ya me imáginaba como sería la situación. Veía a Florencia me tenía que decir “cambia la cara” y un buen codazo para sacarme la cara de impresionada al verlo. Y es que aunque no lo crean, para mí era como conocer al protagonista de mi teleserie favorita en vivo y directo jajajjaa.
Era miércoles y ya era el día en que debíamos hacer el Club de Lulú que habíamos acordado con Florencia y el resto de las compañeras de trabajo. Es más, en cuanto la Flo propuso su casa para la reunión, lo primero que hice fue saltar de mi silla de trabajo para decir siiiiiiiiiii, sí, sí, sí la casa de Flo está bien y es que de una me di cuenta de que al fin conocería el escenario de mi gran teleserie.
El hecho es que estábamos comiendo lo que llamábamos picadillo, que ya para esas alturas había comida como para alimentar un regimiento, cuando comencé a hacer las preguntas de rigor. Flo ¿cuál es el piso del vecino? Y ¿de donde es que te grita para tu pieza? Y ¿por qué no hay luz en su depto? Y un montón de preguntas, que analizando ahora, eran realmente odiosas. Lo siento muuuuucho Flo, le diría ahora, pero es que la emoción me embargaba. Si yo ya creía que la cosa era tour.
El hecho es que el vecino jamás se apareció y me perdí de haber participado aunque fuera en solo capítulo de esta emocionante teleserie y es que ya esta cosa tiene tanta o más historia que “Mujeres de Lujo”.
Bueno el hecho es que no pasó nada y parece que al muy desgraciado se le ocurrió enfermarse justo ese día, porque luego de que nos fuimos, al vecinito le dio por llamar a Florencia diciendo que estaba a punto de morir del dolor y que se sentía a morir. Así que Florencia tomó su disfraz de enfermera, su botiquín y se fue a darle cuidados intensivos al vecino. Mmmmm en realidad no fue así, pero es lo que habría escrito para el guión de esta teleserie nocturna. El hecho es que Flo partió a darle un Tapsin y terminar viendo una película al lado de él, tomadita de su mano. Aunque se sorprendan, sí, Flo sin querer reconocerlo se está acercando cada vez más a una relación verdadera con el vecino. Ella me lo sigue negando, sin embargo nadie me puede decir que el llamarlo para preguntarle como está, llevarle remedios y pasar a comprarle comida para terminar acurrucaditos viendo películas en su casa, no es algo más cercano a una relación que a un touch and go.
Así que lo único que puedo decir es que parece que esta teleserie se está acercando a su fin con un final feliz.

SE CAMBIAN GRILLOS POR CASERO

Ya son las 12 del día del 24 de diciembre de 2009 o sea plena Navidad y Florencia aún escucha grillitos por la ausencia del casero CRI-CRI. CRI-CRI se escucha por la oficina. Es más, lo más probable es que si el casero sigue sin dar señales de vida, tengamos que mandar a fumigar el piso.
Lo insólito es que Florencia ya lo ha llamado tres veces en dos días y el último llamado de desesperación fue un mensaje que decía “¿Cuándo nos vemos? Tengo una invitación muy entretenida que hacerte, llámame cuando puedas. Te dejo un beso”, o sea la típica. Miren, primero, para qué vamos a ir con cuentos, si el asuntillo de la invitación ya sabemos a qué es, así que no la disfracemos de panorama dominguero y segundo “llámame cuando puedas” y ya pasan 24 horas es como decir hijo de P5t1... qué no me llama ni que fuera gerente para estar tan ocupado.

Lo peor de todo no es que no contestara, si no que el mensajito de vuelta fue el siguiente “Dale preciosa nos ponemos de acuerdo en la semana”:
TRADUCCIÓN:
a) No pienso ir a verte hoy.
b) No pienso llamarte tampoco.
c) Veré cuando tenga tiempo y te contesto.
d) Te engrupo con palabras cliché como “preciosa”.
e) Ya me di cuenta que me tienes de casero y ni ahí con que me sigas viendo la cara.
f) Neeeeeeeeeeext.
g) TODAS LAS ANTERIORES.

Creo que ya todo tenemos claro que la respuestas es “G”, es decir TODAS LAS ANTERIORES. ¡¡¡BINGO!!!, ¡¡¡BINGO!!! para ustedes porque han escogido la respuesta ganadora.
Mientras, Florencia está que explota de rabia frente al computador mientras observa el facebook del casero, ya que después de tremendos berrinches de picada, le dio por aceptar la invitación que le envió el casero hace como dos meses.
Yo, de una manera bastante ilusa comencé a creer que Florencia se estaba enamorando y que había perdido a la cabrona que llevaba dentro, sin embargo , después de un largo silencio, solo atinó a decirme que ya había guardado un minuto de silencio por el casero, por lo tanto que lo diéramos por muerto. Por un instante creí verle cara de pena , pero me quedó más que claro que era de flojera y frustración una vez que me miró a los ojos y dijo: “Pensar que era tan cómodo tener al casero viviendo tan cerca, no gastaba teléfono llamándolo, no importaba la hora, ya que viviendo tan cerca se podía ir a su departamento a cualquier hora y más encima ninguno gastaba en bencina, pasaje o peaje. Con una leve sonrisa le demostré lo orgullosa que estaba de que volviera a ser la misma Florencia de siempre y que por unos minutos había creído perdida, así al menos me queda la esperanza de que seguirán sucediendo historias de las cuales muchos podremos aprender. Florencia vuelve a las canchas en busca del amor.

REVOLUCIÓN CASERA

Cuuuuuaaaaaaaaaaaaaakkkkkk
kk. Florencia se quedó con los crespos hechos o mejor dicho con el alisado chino hecho.
Me creerían si les contara que el casero, por primera, dejó plantada a Florencia. O sea, que el casero se reveló, le dio la locura, le dio la pataleta, le dieron los 5 minutos, le dio el orgullo, se le soltaron las trenzas o como quieran llamar al hecho de que al fin se diera cuenta de que estaba siendo más usado que billete de mil pesos.
Les cuento. Tal cual como les dije en la nota anterior, se sentó en la terraza de su departamento, pelo al viento y con una actitud de estoy dispuestas, pero hasta cierto punto. En eso aparece el casero por su terraza y grita ¡Florencia! y ella haciéndose la interesante apenas lo miró. Bueno no voy a decir que “haciendose la interesante” ya que Flo me ha retado una vez más por esta frase, ya que dice que no es que uno se haga, si no que una es interesante y eso debe quedarnos más que claro. Bueno, el hecho es que el casero cayó una vez más en los encantos y pese a que Flo se moría por ver al casero, lo hizo ver como que era él quien la buscaba.
Pero, y aquí viene el pero, el casero no llegó y es más, hizo la gracia dos días seguidos.
Por lo que conocemos de Florencia podríamos decir que le dio lo mismo que el casero no fuera, sin embargo no fue así. Vieran como llegó al otro día, con una cara tan larga que casi se podía trancar la puerta con ella, mientras decía una y otra vez: ...ayyyy que rabia, qué se habrá creído este otro, mira que dejarme plantada, pero que rabia...
Miren, debo reconocer que sonreí, pero no de mala, si no que al fin sentí orgullo por el casero. En cierta forma me alegró que dejara plantada a Florencia y es que de verdad ya necesitaba que le dieran una lección, porque una cosa es ser una mujer cabrona y otra es ser aprovechadora. Creo fielmente en seguir entrenándome día a día para llegar a ser lo más cabrona que pueda, pero no confundan esto con ser abusadora. No saben como me gustaría darle la mano y un golpecito en la espalda al casero, como queriendo decir, biiiiiiieeennnnn aprendió algo mijito y es que en medio de mi feminismo igual me da por acordarme de mis tiempos de casera y es que a quien no le ha pasado, al menos una vez, esta situación. Y no lo digo muy orgullosa fíjense.
Mientras escribo, veo a Florencia patalear cual niñita sin el regalo pedido al viejo pascuero, pero no pienso atenderla hasta que me responda lo que le pregunté hace una hora y aún no me puede contestar y fue ¿qué es lo que te duele más, el orgullo de que te dejaran plantada o no poder verlo?. Yo se que Florencia no lo hace de mala, pero de verdad ya es tiempo de que alguien le remueva el corazón de piedra. Bueno el casero no será el mismísimo Mago de Oz, sin embargo igual puede ayudarla.
Mientras ella resuelve en su cabeza, ver si el casero tiene un pequeño lugarcito en su corazón, yo le doy hurras en silencio, por él y por el resto de seres en este mundo que nos ha dado por hacerlas de caseros.

Flo y el mounstruo del Freez.

Sólo bastaron 30 minutos en la peluquería con Florencia, para que ya me diera la excesiva compulsividad de escribir.
Entre vapor, humo, líquidos y secador estaba Flo, como en plena entrevista con Carlos Pinto. La idea era terminar con el freez en su vida y dar paso a la modernidad del famoso alisado chino. A todo esto ¿alguien me podría explicar por qué se llama chino?.
Bueno el hecho es que mientras ella se realizaba todo este ritual de belleza en la peluquería “Yaqui Mechitas” y aquí una mechita y aquí había otra, me dio por imaginarme a Florencia estrenando su nuevo look.
Llegaría a su casa, se sentaría en la terraza y ahí cual digna Miss Venezuela, esperaría a que el casero la fuera a visitar. Debo aclarar un punto muy importante a estas alturas y creo que es un detalle más que importante y es que el casero vive justo en el edificio de enfrente a un piso más arriba. Es decir, que sus ventanas están más que cerca y lo suficiente como para que el casero, cada vez que ve la luz prendida del depto de Florencia salga corriendo a la terraza a gritar Florencia, como un loco.
Quien lo diría, tan liberal y moderna que se ve Flo y la veo viviendo cual cuento de princesitas, si yo creo que el casero se demora menos que el príncipe de Rapunzel en subir a su departamento.
Cuando ya quedaba poco, para dejar de torturar el monstruo del freez que habitaba la cabeza de Flo, el peluquero me pregunta si yo también me haría el alisado chino, que sigo insistiendo que ni idea de por qué se llama chino, a lo cual yo le respondí que esperaría a ver cuan factible era el asunto. Él me respondió que ya estaban a la vista los resultados y es que Florencia estaba más tiesa que un chuzo, sin embargo lo que el peluquero no sabía era que yo solo comprobaría la efectividad del asunto una vez que viera a Florencia a la mañana siguiente. Y es que si Flo lograba pasar la alocada noche que yo me imaginaba y más encima llegaba con su pelo igual de tieso, nadie me podría negar la efectividad del alisado chino y es más, me lo hago y lo recomiendo.
Ahora entiendo porqué se llama alisado chino y es que si logra quedar más tieso que camisa almidonada, luego de pasar más guerras que la misma China, entonces es digno de llamarse así. Y sobre Florencia, me despido de ella en metro Manuel Montt, con una sonrisa maquiavélica en su cara, con el estuche de maquillaje en la mano, cosa de arreglarse en el camino y el pelo dispuesto a vivir una Tercera Guerra Mundial.

ÚLTIMO DÍA, NADIE SE ENOJA

Florencia vuelve a la carga. Renace de las cenizas como el ave Fénix.
Prácticamente un mes sin novedad alguna y de repente me sale con tremenda sorpresa.
Resulta que Florencia va a pasar el Año Nuevo sola, obviamente con algún carrete de por medio, sin embrago sin la familia. Durante todo este tiempo me supuse que se iría a Valparaíso a pasar las festividades con sus amigos, sin embargo la noticia de querer llevar al casero como compañía, me dejó con PLOP igual que Condorito.
Saben algo: dice Florencia – Le voy a decir al casero que pase el Año Nuevo conmigo y que me acompañe a Valparaíso a celebrar con mis amigos-.
A ver rebobinemos la película, porque esto me parece sacado de otra historia. Sí, finalmente Florencia va a presentar al casero que tanto tiempo tuvo escondido entre salidas furtivas.
La pregunta principal fue ¿POR QUÉ? Y Florencia simplemente contestó que ya ha pasado un mes desde que no ve al centroamericano y que ya tiene ganas de verlo.
Yo me pregunto si tiene ganas de verlo porque lo extraña o porque ya sabe que después de un mes la necesidad es otra. Es que después de un mes ha cualquiera le dan ganas de encontrarse con el casero JAJAJA.
Ahora el segundo asunto es que Florencia hace historias increíbles en su cabeza, donde le hace la invitación en un tono fogoso como diciendo “te invito a pasar el mejor Año Nuevo de tu vida”, ven los fuegos artificiales desde una terraza, se van a un carrete con los amigos y luego terminan juntos la mejor noche del año. Sin embargo de lo poco que conozco de Florencia se que estas ideas solo suceden en su cabeza, ya que algo le impide llegar siquiera a invitar al casero.
Ya todos sabemos que no es necesario que Florencia tenga que estar acompañada de un hombre para pasarlo bien, ya que es una mujer independiente, sin embargo, tampoco es algo tan terrible decirle al casero que la acompañe. En última instancia, lo mejor es que esto se convierta en un buen acto, pasado a aire navideño, al invitar al casero, quien también va a pasarlo solo. Digamos que sería casi como un acto de caridad, aunque bastante disfrazado para estas alturas. Así como quien dice, último día, nadie se enoja.

MÁS VALE SER CABRONA, QUE ESTAR MAL ACOMPAÑADA

Al fin llegó el viernes. Eran las dos de la tarde y Florencia sin acompañante para el matrimonio. Ella más feliz que perro con pulgas porque iba a bailar como nunca, se encontraría con sus amigos del ex trabajo y más encima iba sola. Sí, estaba feliz porque no tendría que andar poniendo caritas a ningún tipo, iba a bailar con quien se le diera el gusto y más encima haría lo que cualquier mujer cabrona habría hecho en su lugar y que es “no complicarse por la compañía”.
Caro comentaba que encontraba demasiado absurdo el que uno tuviese que ir acompañada a este tipo de fiestas, siendo que es el lugar propicio para conocer a alguien y todas le encontramos la razón, sin embargo, también sabemos que todas las mesas van en número par. QUE ODIOSODAD MÁS GRANDE. Y dale a esta gente con recalcarte a una que va sola. Justo cuando el garzón va a servir los platos pregunta, este puesto está solo. ¡!Idiota!! porqué simplemente no deja el plato ahí y se va. Circule, circule aquí no hay nada que ver.
O también la típica lata de que cuando saben que vas sola te sientan con el primo freak del novio que no dejar de jotearte y hablarte toda la noche.
Sin embargo eso no le sucedió a Florencia. Ella disfrutó del matrimonio, más que la misma novia, bailó, se rió toda la noche y tuvo un pequeño incidente con la novia de un amigo que le dio el ataque de celo porque no dejaba de bailar con ella. Aaaaaaaaaa porque parece que muchas veces cuando una va sola a los matrimonios es como que tuviera un cartel que dice Bitch, para el resto de las amigas de la novia, que esperan rezándole a San Expedito el poder agarrar el ramo.
Y ahí estaba Florencia, totalmente digna y Cabrona, con la mejor de las actitudes de lo que se llama una mujer que toma las riendas de su vida. Top and Fresh all the time. Más arreglada que la yegua del Tony y con la sonrisa pegada desde tempranito.
Y sobre el experimento de cuan factible era encontrar una pareja digna para el matrimonio por la internet, lo dejamos para alguna otra mujer que viva en la época pasada donde el ir sola era sinónimo de leprosa. Como dice Flo, “MÁS VALE SER CABRONA QUE ESTAR MAL ACOMPAÑADA” o algo así. Bueno, ustedes me entienden.

www.cyber_compañía_para_Florencia.com

Florencia necesita una pareja para asistir a un matrimonio y entre tanto regodearse no sabe con quien ir. Amigos, muchos, acompañantes dignos de un gran matrimonio, pocos. No nos vamos a poner exigentes y pedir que sea estupendo, con buena pinta, que sepa hablar de corrido y que además tenga costumbres de caballero, pero al menos pedimos que calladito se vea lindo.
Estábamos asustando a Florencia con el asunto de que quedan pocos días para el matrimonio y aún no sabe con quien ir. Muchos nos han dicho que les extraña que Flo se complique con esto de ir sola siendo que es tan independiente y yo les digo que una cosa es querer ser mujer liberal y otra es andar parando el dedo sola en un matrimonio donde rige el mundo de las mesas de números pares y si es que agarras el ramo al bruto del animador le da por preguntar: DONDE ESTÁ LA PAREJA, para que la venga a felicitar. O sea Hello, no way. Razón número 1.000 de porqué jamás me pongo a la fila del ramo.
Bueno, el hecho es que decidimos hacer un estudio sobre cuántos hombres caerían ante los encantos de Florencia. Creamos un e-mail a nombre de Flo, nos metimos a una página de “busca amigos”, redactamos el perfil de Florencia y a los pocos minutos ya habían al menos cinco sujetos que querían ser “amigos” de ella.
Los candidatos son:
Andres_26xxx: Es un tipo de 26 años que se llama Andrés, dice ser arquitecto, dice que el gusta la música, ópera y otras expresiones artísticas y que le encantaría asistir a un matrimonio. Me pregunto, a qué se deberán las 3X. Eeeeeeeeee NEXT.
José_Miguel_cibernauta: Hombre de 30 años, ingeniero electrónico, dice que le gustan los deportes extremos y que le encanta leer. Su problema es que se le ocurrió mandar foto. Eeeeeeeee NEXT.
Rodrigo_Re: Joven de 24 años, aún estudia, a años luz de salir de la universidad y aún vive en la casa de sus padres. Chico joven, problemas pequeños. Su dilema es que se le ocurrió decir que lo único que le faltaba era el traje y si se lo podían conseguir. Eeeeeeeee NEXT.
Roberto_hot: Nunca supimos sus datos. Su problema era que se le ocurrió preguntar cuánto pagaba Florencia. Eeeeeee NEXT.
Hasta que al fin encontramos el hombre perfecto para que la acompañara Alejandro_28_: un tipo sin gustos extraños, que tenía traje, iba gratis y más encima manda una excelente foto donde parecía un modelo de revista. Continuamos la conversación por msn, mientras que convencíamos a Florencia de que al menos se diera la lata de hablar con él por el messenger, hasta que Flo nos dice que le pidamos que nos agregue al facebook, obviamente creado solamente con esta intención.
Parece que Flo tiene un radar único para saber que el tal hombre perfecto no existe, porque en cuanto lo agregamos nos dimos cuenta de que el tal modelo era producto de un gran manejo de Photo Shop, que desilusión.
De esto sólo concluimos que los hombres cibernéticos no es que caigan exclusivamente ante los encantos de Florencia y es que les aseguro que caerían ante cualquiera que les tuviera un traje, que les pagara por una cita, que estuviera dispuesto a una relación ciber-hot o que aceptara tener una conversación amable luego de enviar la espantosa, pero realista fotografía de perfil.
Verá la gente Internet como una forma de satisfacer sus necesidades (con doble intención). Si es así, no deberíamos llamarla Interhot, o realmente la vemos como una herramienta de comunicación. ¿Será que las redes sociales son el paradigma de las comunicaciones de este siglo?.
Mientras, seguimos buscando candidatos.

Época de Mariposas

Debo aclarar que si bien Florencia es la amiga “cabrona” que tantos quisiéramos ser, también existe Clara. No he hablado de Clara hasta ahora ya que me ha costado más de un par de conversaciones para entenderla.
Ella se llama Clara, que exactamente de clara no tiene nada, ya que le ha costado más de un porrazo contra la misma roca, para darse cuenta de que debe tomar una decisión.
Clara ya es una mujer que ha ido y venido de vuelta al menos unas 5 veces en la vida, sin embargo aún cae en las indecisiones de una quinceañera. Ya casada, con hijos, separada y vuelta a una relación que le trae más de un dolor de cabeza.
Ella dice que su tema es que ya no anda en los trotes de andar a las paradas de un hombre, sin embargo llega a sacarle chispas a su celular de tanto llamar al Susodicho cuando a este le da por arrancar de su lado.
Yo le digo que creo que ya es hora de dejar de andar jugando al perro y al gato, donde ella lo espanta, el corre y ella sale a buscarlo para llevarlo de vuelta a casa. Ella me dice que eso lo tiene más que claro, pero que a veces eso le parece hasta entretenido. A veces siento que Clara ha desarrollado un sentimiento casi masoquista frente a esta relación y me ha dado hasta susto llegar a imaginármela con látigos y cuerdas.
En algunas ocasiones, inevitablemente, tomo partido a favor del Susodicho y es que se esmera tanto en complacer a todos a su alrededor y sin darle ningún resultado. Los hijos dicen que llega a ser hasta hostigoso, mientras que yo lo encuentro hasta tierno y es que solo basta que el Susodicho deje la losa arrumbada en la cocina, para que su gran almuerzo se haya ido a las pailas. Bueno en realidad es más que ollas apiladas, ya que en más de una ocasión ha dejado desde la cocina prendida, hasta la puerta de la casa abierta. A estas alturas Clara tiene el número de los bomberos y carabineros como llamada habitual.
Sus hijos le dicen que ya es hora de que haga su vida lejos de él, sin embargo, muchos sabemos que el corazón, extrañamente le gana a la razón. Siempre me dice que sí a mis consejos. Debo aclarar que no se en que condición estoy para darlos, pero al menos de hacer lo que a uno le de la gana, eso si que se hacer bien. Y pese a eso Clara vuelve a caer en lo mismo.
La historia de Clara comienza así...
Tenía, Clara, 17 años cuando conoció al Susodicho. En esa época el conseguir una micro o algún tipo de locomoción era tan difícil como irse sentado en el Transantiago a las 7 de la tarde de un día de semana. Bueno, estaba ella con su bolso, los libros y una serie de cosas más en las manos, lista para ir a su casa luego de las clases en la universidad, cuando en eso pasa el escaso auto que andaba por las calles de Santiago en esa época. El Susodicho para frente a ella y le dice: “Ven súbete, yo te llevo”, ella obviamente como toda mujer desconfiada le dice que no, pero al cabo de un rato de insistencias de él, donde le repetía una y otra vez que confiara en él y en vista y paciencia de que la micro ni planeaba pasar por ahí, hizo lo que muchas mujeres hacen, caer ante la tercera insistencia jajaja. Desde ese día nunca más se alejaron. Cuando Clara iba en esta parte de la historia no podía dejar de emocionarme al ver que pese a no haber teléfonos, celulares, e-mail, facebook y ninguna de esas cosas, cuando a una la querían buscar, pucha que ser esforzaban en encontrarla. Al Susodicho le bastó con saber donde vivía, para nunca más dejarla ir.
Y aquí viene el pero de toda historia. El Susodicho debía partir de Chile, esos eran los planes y el viaje fue inevitable, ambos hicieron sus vidas y no volvieron a verse.
Clara hizo su vida, se casó, tuvo hijos, continuó con su carrera y el Susodicho hizo lo mismo con su vida. Aquel amor tan maravilloso se había cortado. Sin embargo la vida se encarga de juntar aquello que nace para estar junto y eso si que nadie me lo discute.
Ya habían pasado 25 años, Clara se había separado y había continuado con su vida, hasta que un día en el trabajo le encargan contactar a una persona capacitada para hacer un trabajo en específico y ahí vino el recuerdo del Susodicho, lo buscó en la guía, lo contactó y una vez que se juntaron, él le tomó la mano y no se la soltó hasta la despedida.
Fue tal el impacto del reencuentro y la extraña idea de que después de tantos años el Susodicho le tomara la mano como si jamás hubiesen pasado 25 años, que la hizo volver al hermoso pasado que habían tenido juntos.
Desde ahí no se han vuelto a separar, ya son 15 años juntos y pese a la hermosa historia, el sentimentalismo, las lágrimas de cursilería y todo lo que se puedan imaginar que proviene de esta historia, Clara aún no puede ser feliz con el Susodicho. Extrañamente el destino los juntó y una vez más se encarga de separarlos. Clara me pregunta cuál será la razón y yo le digo que si ella a sus tantos años no lo ha logrado descifrar, qué voy a saber yo.
Lo único que sé a estas alturas es que a los 20 y a los 50 el amor se sufre de la misma manera, que no importa tener más o menos experiencia en el tema, ya que inevitablemente hay ocasiones en las que se debe caer para aprender. Obviamente Clara afronta el tema de una manera muy distinta, desde la madurez, el problema es que la madurez no hace que duela menos.
Clara me pregunta una y otra vez cuál fue al razón de que el Susodicho no la defendiera de los insultos de La Otra cuando a esta le dio por darle de gritos frente al Susodicho. Sí, a la otra, como nos gusta llamar a nuestra reemplazante, le dio por gritarle en la cara a Clara que el Susodicho no la quería, que era una arrastrada y que dejara de llamarlo, mientras que él solo atinaba a salir corriendo de la casa, mientras que a las dos les daba por la lucha libre. Debo especificar que Clara y el Susodicho se encontraban en plena relación cuando ella se encontró con la sorpresita.
Yo no supe qué decirle, sólo abrí mis oídos al máximos, mis ojos de asombrada y sólo dije así son los hombres, sin embargo, ahora no creo que sea así. Qué gran mentira. No todos los hombres son así. Ahora, donde estarán los que no son así, no lo se, pero de que los hay, los hay, el planeta no lo conozco, pero algún día lo vamos a encontrar.
Yo pensaba que estas cosas de penas del corazón se daban en la juventud, mientras a uno le vuelan pajaritos y maripositas en la cabeza, pero ahora veo que no. Mi pregunta es ¿si estas se van con la madurez o se quedan dando vuelta en nuestra cabeza para siempre?.Si es que jamás se van denme inmediatamente una red para cazar a las atontadas que aún revolotean por el mundo, ya que con las que tengo es suficiente y no dejo entrar a ninguna más, este espacio está copado.

EL MAL DE LA MANO LOCA

Estábamos teclea que teclea en el computador cuando de pronto suena la ya nombrada cancioncita cortadora de venas del celular de Florencia “Nunca fue fácil, pero creo en tus ojos, es tan frágil depender de todo...” de Gustavo Cerati. Lo que jamás nos imaginamos es que el que estaba llamando era el Casero y esta vez no era para las extrañas visitas nocturnas con el propósito que muchos ya sabemos, si no que esta vez llamaba para invitarla a un asado.
¿Es mi idea o el casero quiere comenzar a tomar terreno en la vida de Florencia?, ¿Será que simplemente al casero le dio uno de esos arranques de ternura que le bajan a los que se saben de turno?, ¿Realmente querrá el casero algo más que salidas nocturnas?. Bueno nos estábamos preguntando esto mientras que perdíamos a Florencia en el espacio. Más cara de sorprendida no podía tener y tampoco podía dejar de repetir lo asombrada que estaba de la llamada. ¿Estaré perdiendo a la amiga cabrona de la que tanto orgullo siento?.
Ella me dice que hasta las cabronas se enamoran en algún momento y que mientras no pierdan su espacio y dignidad está todo bien. Y que además siempre se debe aprender a alejarse de las persoans que nos hacen daño, con un tremendo NO y pucha que le encuentro razón.
Yo lo he tratado millón de veces pero mi “MAL DE LA MANO LOCA” me saca del plan designado y es que suena el teléfono y la mano se posee, cobra vida, se apodera de mí y termina apretando la tecla de contestar. Obviamente después de eso no queda más que decir HOLA.
Al menos hoy me di cuenta de que Florencia, dentro, dentro y muy dentro de todo ha avanzado en el tema de abrir su corazón y ha dejado que alguna vez sea ella la que sea sorprendida y regaloneada. Hasta ahora había creído que era solo yo la que aprendía de esta amistad, sin embargo al fin pude entregarle algo a Florencia. Al parecer, esta cosa se está volviendo mutua.

LA PESADILLA DE TODA MUJER...

¿Cuántas veces no hemos deseado que los hombres estén en nuestro lugar aunque sea un momento?. En los dolores de ovarios, los partos, contracciones, dolores de pecho, cambio de humor con el periodo, la extrema sensibilidad por las películas de minas, en las situaciones post citas, donde no sabes si lo mejor es mostrarte interesante o interesada y qué mejor reflejo de todo esto demuestran los avisos televisivos como el de KOTEX donde el hombre despierta con el periodo y se enfrenta a las situaciones cotidianas de la “situación” o aquel comercial de Red Compra donde el tipo compra un anillo de compromiso como en 20 cuotas y al final la novia lo rechaza. Bueno al menos el infeliz lo compró en cuotas.
Hablábamos con Florencia sobre aquellos comerciales tan chistosos como imposibles y nos dimos cuenta que así como los hombres siempre han querido saber “qué es lo que piensan las mujeres”, nuestro gran sueño es que ellos sean mujeres por un día, para que al fin nos entiendan. A todo esto Florencia, casi escondida en su bandeja de almuerzo, como no queriendo hablar mucho del tema, se asoma y dice que asegura que no hay nada peor que un hombre en el lugar de una mujer. En ese mismo instante me di cuenta de que el hecho de que Florencia se haya desaparecido de las conversaciones feministas, por algún tiempo, era exactamente por algo y faltó solo convencerla o más bien apretarla un poco, para que soltara lo que tanto escondía.
Como decía Florencia, un día se levantó y su sueño se había cumplido, los hombres se ponían en el lugar de las mujeres. Lamentablemente el sueño se fue convirtiendo en pesadilla.
El asunto es que la teleserie quedó en que el casero centroamericano sigue con su ondita de creerse la mina sufrida del cuento, además de andar dejando cosas “por accidente” en su casa. O sea, luego de varias llamadas desesperadas por juntarse y un par de rechazos de Florencia, el casero consiguió una salida furtiva y casi apretada dentro de la agenda de ella. El asunto del hombre-mina comenzó al abrir los ojos, cuando primero le dio por querer quedarse haciendo arrullos, mientras que Florencia debía ir a trabajar, a lo cual él comenzó con la típica escenita de la mina sentida: “no me quieres, ya no te gusto, me siento fea, me siento gorda, tu no me abrazas...” y así una explosión de sentimientos que dejaron a Florencia despierta de una, y sin la necesidad de la ducha fría.
Luego como a las 2 de la tarde se escucha la canción cortadora de venas que Florencia tiene en su celular. Ella dignamente trata de hablar muy bajo con él, pero para esas alturas ya todas nos habíamos dado cuenta de que era el casero y algo grave debía ser por la cara de incendio que tenía. A esto Florencia corta y comenzamos a reír. Obviamente a Florencia no le tocó otra más que agregar, chuatas es que se le quedó una cadenita con una cruz en mi casa y me dice que la necesita hoy y que debo entregársela porque es muy especial. ¿Alguien me podría explicar, que si la cruz era tan especial, para qué cresta se la sacó?, ¿Acaso le pesaba?. A estas alturas les aseguro que a quien le pasaba más la cruz era a Florencia. Y ya creo que está de más aclarar que el casero logró quedarse una noche más en la casa de ella.¡Ese hombre si tiene que agradecerle a la religión!.
En el segundo capítulo quedamos en que Florencia se había dado cuenta que el casero no era lo suyo y que era mejor seguir adelante, así que entre salida y salida terminó por conocer a nuestro Bielsa talquino. Viajes a Talca, viajes a Santiago, iban y venían hasta que a Bielsa le dio por ponerse grave. Entre ir y venir, de viaje y visitas familiares y amigos; Florencia y Bielsa no se habían podido ver aquel día y más encima ambos iban a fiestas distintas, en eso a Flo se le ocurre decir: “pasa por mi casa de pasada antes de ir a la fiesta, así al menos nos vemos 5 minutos”, ahí estuvo lo terrible y es que ella no sabía cual había sido la palabra clave que desató el sentimentalismo del talquino, ya que comenzó a decir: “claro con verme 5 minutos te conformas y yo tratando de verte todo el día”. Lo peor vino al siguiente día cuando Bielsa dijo: “tenemos que conversar”. El tema es que al tipo le dio por decir que no estaba preparado para una relación y que las distancias eran terribles para el amor y que la fidelidad no pasa más allá de los 10 kilómetros y que esta historia de la lejanía ya la conocía y que lo mejor es que ella se fuera a vivir a Talca, paraq que esto funcionara y así siguieron una serie de excusas que se escuchaban como las palabras de la profesora de snoopy en la cabeza de Florencia, o sea eran como un bla, bla, bla.
Florencia me repetía una y otra vez ¿quién le dijo a este tipo que lo nuestro ya era una relación? Si recién nos estábamos conociendo, habíamos salido como tres veces ¿díganme que se fumó este tipo? Porque te juro que pido de lo mismo.
En fin, Bielsa, en vez de lograr que Florencia decidiera quedarse con él, sólo consiguió que agarrara patitas y corriera lo más lejos posible, o sea, a Santiago.
Después de esto solo logramos concluir que no hay que pedir cosas lejanas a la naturaleza y que por algo Dios nos hizo como somos. Segundo, los sueños por algo son sueños, porque generalmente en ellos codiciamos cosas absurdas y que sigan quedando como absurdas, por favor. Tercero, ya no me interesa entender a los hombres, ya que con suerte logro entenderme a mí. Yo quería un poco de sentimentalismo en el género masculino, pero mejor es que eso quede para nosotras, las mujeres.

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

Creo que esta vez Florencia se excedió. Ya no le hablo más. O Sí?. Esto esta peor que el famosos “Blog de la Feña”. Piensa Tatty, piensa.
Estaba yo, una vez más mareando a la Florencia con el famoso asunto del EX y sus indecisiones respecto a nuestra relación, cuando de una y sin aviso me larga tremendo consejo seudo masoquista con extrañas características de venganza.
-“Mira Tatty, no le hables más. No lo llames, no le contestes el teléfono y si realmente quiere hablar contigo, él ya sabe donde vives, perfectamente puede llegar a tu casa”.
(En esto yo pensaba y ¿ si no llega?; y ¿si en el camino de esta inmensa jungla se pierde?; y ¿si no recuerda mi dirección?; y ¿si justo pasa algo?).
En eso Florencia me dice, apuesto a que estás pensando en puras excusas absurdas, para volver a llamarlo. Entiende Tatty, si alguien te quiere te busca. Y aquí viene la peor parte de todas... “Déjalo ir, si vuelve es tuyo, si no, es que nunca lo fue”.
Aaaaaaaaaaaaaaaa que horror. Quien pudo inventar semejante cosa, si este dicho es ya como el consejo casero de la mermelada de la abuela.
Mira que dejarlo ir, si él se fue solito. Luego me dice que si vuelve, si ya han pasado meses desde que se fue y de volver nada. Y termina diciendo que si vuelve es mío, como si yo lo hubiese comprado en el mercado de hombres; cosa que no estaría mal (Idea para otra nota).
Ahora el asunto de que si no vuelve, es que nunca fue mío, si que es cruel. Es como decir que después de tanto tiempo, cada vez que dije, “este hombre es mío, eran puras pamplinas”, (o sea no mío, mío. Bueno, ustedes me entienden) chuatas.
¿Tendrá razón Florencia?. Acaso la única forma de acercar a alguien que quieres, es alejándolo.
A veces me viene el pensamiento religioso-amoroso que me dice que los seres humanos debemos actuar desde el amor y no sobre el odio. O que simplemente el acto de dar y quitar es uno de los errores del ser humano, que termina por viciar las relaciones.
Ahora mismo me explico.
Este caso se da cuando siempre estamos pensando en no dar mucho, hasta recibir lo que queremos y luego dar todo, sólo cuando vemos satisfechas nuestras necesidades o deseos. Así nunca actuamos o damos nuestro 100% a la persona que está a nuestro lado. Y esto se aplica a todo ámbito de cosas.
Por otro lado, vuelvo a la reflexión de Florencia, y es que el ser humano ya está tan enviciado con esta conducta, que generalmente reaccionamos frente a algo, solo cuando vemos que lo podemos perder.
Si realmente amamos, no deberíamos estar esperando que algo se aleje, para darnos cuenta de cuanto lo queríamos o apreciábamos. Si de verdad queremos, deberíamos poder mirarlo, día a día, y decir que estamos felices de tenerlo al lado.
Ahora se cual es el error, sin embargo, hasta ahora soy solamente un grano de arena, dentro de esta enorme playa. Un grano de arena que se lo lleva el viento, al igual que al famoso EX.

MI COSMOPOLITAN


Todas las mujeres tenemos nuestra o nuestro, Cosmoplitan con patas. El mio es mi peluquero ¿Quién pensaría que además de arreglarme el pelo, me arregla la vida?.
Cuando le digo que me deje hermosa, él irónicamente dice: NO HAGO MILAGROS.
Él cree que no hace más que saber manejar bien las tijeras y saber correctamente el número de tintura para cada pelo. Yo creo que entre tanto pelo y tanta historia, lo que más sabe manejar son las cosas del corazón.
Cuando le insisto que lo suyo es la psicología, el responde que lo más fácil es solucionar los problemas ajenos, más que los propios.

¿Qué diría él si yo le dijera que ni siquiera puedo arreglar los problemas de mi gato?.

ANTES DE PARTIR

Hacía un zapping blog por la red, cuando descubrí una nota, escrita por mi amiga de letras en “Mi vida en serie”, donde señalaba “The Bucket list”, una película que da HBO bajo el título de “Antes de Partir”. De aquí es que nació la extraña idea de analizar las posibilidades de morir o estirar la pata, en cualquier instante, ir al cielo, porque me imagino que ahí iré, que aparezca San Pedro y me pregunte si cumplí mis metas personales y sueños en la tierra. Y ahí digo yo ¿Qué le podría responder a este personaje?, si ni siquiera he analizado cuales eran, cuales son y cuales serán mis metas o sueños en esta vida. Siempre que me preguntan sobre el tema, solo atino a responder mecánicamente ser feliz, tener una linda familia y ser una periodista reconocida. Una respuesta digna de mis universo.
Por favor, aquí pido una mente bastante abierta y liberal, como para no tomarse esto como algo serio y comenzar a analizar, solamente, los aspectos profesionales y morales. Aquí les doy el espacio para que piensen, hasta en la estupidez más loca que se les ha ocurrido vivir.

Por más loco que parezca, creo que es un tema complejo de analizar.

De tan solo comenzar a pensar en mis últimos meses de vida y nótese que no hablo de minutos u horas, porque para darle espacio a mi imaginación, al menos necesito un meses para tanta imbecilidad que se me ha ocurrido, me doy cuenta que la lista es más larga de lo que pensaba.

1. Hacer un tour en Tailandia, con mis amigas. Ese donde te lanzan al río, en un flotador gigante, y paras como puedes en los bares que están en al orilla y que al final no sabes ni donde paras de lo ebrio que llegas. Y si es que llegas.
2. Escribir un libro, porque al menos un legado tengo que dejar en este mundo. Y de hijos ni hablemos, hasta ahora.
3. Ir a Costa, la fábrica de chocolates y darme un baño en la fuente de chocolate.
4. Hacerme una full liposucción, así al menos muero digna. Así cuando me vayan a ver los “personajes” de mi vida, dirán, que regia era la finada.
5. Estar en las bodegas de ropa, de la revista VOUGE.
6. Ir a mochilear a alguna zona de Chile, ya que aunque no lo crean, a mis 25 años, nunca lo he hecho.
7. Encontrar a cierto personaje, mirarlo a la cara y decirle, al fin, que creo que siempre fue un ... y que pese a los años, lo sigue siendo. Al menos no me voy con las ganas.
8. Programar el mejor funeral de la historia, onda concierto y bailoteo, así todos recordarán ese día como el mejor de sus vidas.
9. Tomar un pasaje a España, tocar la puerta de mi hermana y decir SORPRESA.
10. Volver a las Islas Canarias y hacer todo lo que no hice.
11. Ir a Egipto y sacarme una foto en las pirámides, arriba de un camello.
12. Juntar a toda mi familia, tíos, primos, etc, en un asado gigante y que dure todo un fin de semana.
13. Pasar el mejor día de mi vida junto a esa persona amada y quererla con la misma intensidad del primer día, pero con la experiencia y confianza, de los años juntos.

Ahora, solo abre tu mente, piensa como niño, ese niño que a veces pide a gritos salir y decir que pese a los años, aún se pueden querer cosas sin sentido y con ningún otro motivo más que vivirlas, sólo por un tema de curiosidad. Y que no es necesario saber que este día puede ser el último, para realizar al menos una que otra cosita de tu lista. Aún es tiempo.

BENDITOS PORRAZOS

Y aquí estoy, una vez más, tratando de explicar lo inexplicable. Y es que esta cabeza ya me tiene con nauseas de tanta vuelta que se da.

El decir que ni yo se lo que quiero, es algo que no tiene ninguna novedad, pero decir que esta vez estoy más que clara, es lo raro.

Hablábamos con Florencia sobre el extraño sentimiento de culpa que sentía por su casero, amigo con ventaja o atraca-amigo, como quieran llamar al de turno; al dejar que sus amigas lo usaran como carne de cañón, en la fiesta de anoche. Y es que de verdad, el casero debe ser un ángel al dejar que un grupo de amigas celosas, de la exclusividad de Florencia, lo atacaran, lo humillaran y más encima lo trataran de absurdo, tan solo por atreverse a hablar de política chilena, siendo que él es producto de importación centroamericana.

Yo, con los ojos más que abiertos tratando de entender, cómo un hombre, que se sabe ser casero, aguanta tanto insulto. Acaso eran tantas sus ganas de pasar una buena noche, que era capaz de aguantar, no solo los insultos, si no que además los repetitivos rechazos de Florencia. Hace un rato creía entender la lógica masculina, pero a estas alturas, ya veo que lo de lógica es mucho pedir.
Frente a tanta expectación, solo atiné a preguntarle a Florencia, si sentía que podía haber algo más entre ellos, a lo cual ella contestó que a parte de pasarlo bien con él y sentirse “bakan”, no había nada más. Que de relación seria, ni hablar.

Entonces solo atiné a preguntar ¿qué era lo que buscaba en un hombre?, a lo cual simplemente contestó que no sabía exactamente. Y que si buscaba en especial, era algo muy parecido al casero.

Luego de tremenda afirmación inconclusa, con aire de indecisión, comencé a preguntarme si yo sabía lo que quería. Y es que, desde que conocí a Florencia, no hace más que traerme cuestionamientos extraños a mi vida. Siempre parto por pensar en lo suyo y termino dándole vueltas a lo mío. Bendita Florencia. En realidad ya no se si es ella, o es el extraño momento que estoy viviendo. Cómo explicarlo mmm... es como si me hubiesen dado un mazazo, hubiese despertado y ahora viera un millón de cosas que antes había bloqueado. Sólo puedo describir este momento como la época del alumbramiento intelecto-sentimental, en síntesis, un OPEN MIND.

En conclusión, la idea es aclarar que al fin, se lo que quiero. Bueno, eso sí, saltándome el paso del revoltijo de sentimientos, la serie de porrazos, los intensos golpes de piedra contra los dientes y unos cuantos chuuuuutaaaa que la embarré, al fin vi mi horizonte.

Ahora debo reconocer que jamás habría llegado a esta conclusión de no haber sido por mis benditos porrazos. Luego de haber metido las patas hasta el fondo y les aseguro que fueron bien al fondo y de haber recibido la tremenda PLR, después de cada condoro que me mandé, ahora puedo decir que nada como un buen porrazo para despabilar la falta de choque neuronal, que nos da por pensar y actuar como unos descerebrados.

Yo, ya tengo todo más claro que el agua.

Y volviendo a Florencia, que es mi tema de análisis, como cual conejillo de indias, ¿necesitará de un buen porrazo para que se le despejen las ideas?. Eso, no lo tengo claro, pero lo único que sé es que mientras no se de el porrazo respectivo, solo le queda disfrutar de lo que quede de visitas furtivas de aquel centroamericano, con complejo de casero.

EL ARTE DE DECIR NO

¿Qué es lo que nos impide decir NO?. Una palabra de tan solo una sílaba, solo dos letras, simplemente una vocal y una consonante, simplemente una palabra.
Las razones pueden ser muchas, como la pena, la vergüenza, el miedo o muchas otras más, pero la que más me llama la atención, es la que viene de la simple lata de decir NO.

La idea comenzó así...

Estábamos en la oficina, trabajando, concentradas o quizás no tanto y me refiero a lo de concentradas, porque de trabajo sí. Bueno, el hecho es que en ese instante aparece un caballero de al menos 65 años, canoso, con cara de viejito pascuero, de ya no me puedo los pies de tanto caminar, pero les aseguro que la lengua si se la podía. El asunto es que en tan solo segundos ya se había presentado, había sacado su catálogo de libros y ya estaba sentado al lado de Florencia, y en una cosa de 10 minutos ya la tenía comprándole un libro, que a lo mejor ni necesitaba y a un precio que podría haber sido el doble.
Mientras, yo pendiente, con una oreja más parabólica que la misma cumbia, tratando de entender cómo este caballero se había metido por donde quiso el NO de Florencia. Al principio reí y hasta me sorprendió el arte de dar vuelta a la gente que tenía este personaje, o sea, eso de que los años te dan experiencia, aquí estaban más que bien explicados.

Sólo bastó que el viejito se alistara y me hiciera un contacto visual, para que me parara más que rápido, antes de que me ofreciera uno de sus libros y ya no pudiera decir que no.
Luego de rato de reírme de la situación de Florencia, y especifico que fue de la situación y no de ella, ya que al fin llegué a la conclusión de que al menos Florencia había afrontado al anciano, y yo, sólo había atinado a salir corriendo.

¿Cuál era el miedo?, acaso creía que el viejito ¿Sacaría una enciclopedia y me daría con ella en la cabeza?, o que ¿Me dirían tacaña, por no comprarle nada?.
Tenía claro que nada de eso pasaría, sin embargo, tuve lata de decir NO. ¿Lata de qué?, ¿de hablar?. Imposible, si ya está más que claro que hablo hasta por las orejas, y lo que no hablo, lo escribo.
Toda esta situación, a parte de hacerme analizar la tonta idea de no poder decir que no frente a la venta e algún artículo, fue el hecho de pensar en aquellas personas que le temen tremendamente a decir NO, a todo.

¿Cómo se puede vivir con esto?. Cómo dice Gabriela, “Hay gente que si le vendieran una loca preña, la compraría, porque no le dicen que no ni al diablo con tal de no quedar mal”. ¿Será realmente esa la razón?, será que al ser humano le molesta quedar mal. Será quizás que sienten miedo frente a la idea de hacer sentir mal a otros. Tal vez será porque hay gente que realmente cae en el horror, porque ya es más que un error, de postergarse por consentir al resto.

Y aquí viene el cuestionamiento más rebuscado y torcido que he tenido hoy y es ¿Cuántas veces nos habrán dicho que sí, solo por no herirnos?, y más aún ¿Cuántas veces nos habrán dicho, no la verdad, si no, lo que queremos escuchar?. Y una vez más, solo por no herirnos. O quizás cuántas veces sabemos que viene un NO a nuestras preguntas y simplemente nos negamos a escucharlo, obligando, inconscientemente, a los demás a decirnos simplemente lo que queremos.

No voy a comenzar a dar explicaciones del porqué llegué a esta idea tan masoquista, ya que solo voy a terminar diciendo que al fin descubrí, DONDE ESTÁ LA MADRE DEL CORDERO.

Creo y solo creo, que el fin de esto, se debe a que el ser humano irremediablemente, así como se niega a escuchar un NO, es que teme, decirlo también. Y ya no voy a cuestionar la estupidez del asunto, porque les aseguro que ni yo le encuentro, ni pies ni cabeza, a esta idea tan descabellada.
Como me gusta decir, frente a toda situación inexplicable.

Solo lo pienso y no lo entiendo.
Y ni loca me quiebro la cabeza de entender
lo que no quiero.

Sincero: un concepto que ni la RAE nos puede explicar

Luego de mucho tiempo de haber transcurrido el suceso, comentado a continuación, logré recordar, para mi mala suerte, la única frase replicable que salió de boca de Javier: “Esto queda hasta aquí, porque ya estoy con otra, quise comentártelo porque pretendo ser SIN-CE-RO contigo”. Ja-ja-ja, no quiero que me tomen a mal. Esta risa media burlesca no viene desde los celos, ni tampoco desde la rabia de haber sido despachada, solo viene del extraño concepto de SINCERIDAD que me acaba de mencionar. En ese mismo instante fue cuando mis oídos cerraron compuertas, para dejar de escuchar tanta estupidez. Al rato de llorar de, aun no me explico qué, me pregunté, cómo pude salir con este tipo que confunde lo cara de raja con sinceridad. Ja-ja.ja una vez más.

Ya pasaron meses desde aquel momento que luego de largo rato de pena, me llenó de risa.
Sólo hoy vine a recordar tan extraño concepto, luego de escuchar a una amiga cuando le decía a otra: “se lo que hice, se que estuvo mal, pero por algo te lo cuento, porque quiero ser sincera contigo”. Ahí me di cuenta de que algo andaba mal.

Mi gran duda era si yo entendía mal el concepto o realmente mi mundo paralelo, me hacía toparme con gente inepta. Ja nuevamente.

Para dejar las cosas en claro, mi definición de sinceridad se refiere a decir, sentir o hacer algo veraz, exento de hipocresía o simulación. En conclusión, no vale escudarse en la sinceridad, para justificar actos que sabemos que están mal. Es decir, de qué me valía que Javier fuera sincero, si ya la había cagado. Es como decir, señor policía, sé que robé, que maté y que mentí, pero vine para contarlo, porque quiero ser sincero, prémieme por eso. O sea es como si creyeran que ser sincero equivale a buena gente, aunque se hayan mandado el condoro de sus vidas. Y aquí viene un gigante y estruendoso JA.

Bueno, solo por darle derecho a duda y defensa a este tipo y al resto de la humanidad que cree en esto, es que me di el tiempo de buscar la definición en Internet. Obviamente, recurrí a mi primera fuente RAE (Real Academia Española) y me dije a mi misma, oye misma, si la definición que dio, cierto tipo, es correcta, corresponde que te des un tremendo JA a ti misma y acepté. Y el resultado fue el siguiente:

Búsqueda: Sincero.
(Del lat. sincērus) : O sea, ya tengo complicaciones cuando la dicen en español,
menos me va en Latín, se los aseguro.

1. adj. Que actúa con sinceridad. : Cómo vamos a saber lo que es ser sincero, si ni
siquiera sabemos el real concepto.

2. adj. ant. puro ( libre de mezcla): Les aseguro que de puro nada y aquí ya me
huele a que nos fuimos por otro lado. Primero voy a
partir por lo básico que es pedir congruencia respecto
a la sinceridad y ya después nos vamos por lo más
complicado que es andar exigiendo pureza, aunque
creo, que para éstas altura, ya es demasiado tarde.

Que desilusión, si ni la RAE nos puede explicar lo que significa la sinceridad, que le voy a pedir a ese pobre diablo que entienda sobre esa palabra. Que más que sentir pena, por el simple hecho de pensar que así como da ese tipo de sinceridad, es la misma que va a recibir o que ya recibe, porque es la única que conoce hasta ahora.

Sólo espero que la gente que me rodea, así como mi familia y amigos, entendamos que no podemos cubrir nuestros errores con la sinceridad y que no basta con hablar como personas sinceras, si no también actuar de forma sincera, para evitar tomar como un valor, algo que realmente apesta en las personas. Ahora cuando me mande un condoro y creo haber aprendido de mis propias palabras, espero decir: Te lo cuento porque quiero reconocer que hice algo incorrecto y no porque quiero ser una persona más sincera, porque de ser así entonces me considero el ser menos sincero del mundo, pero sí congruente con mis pensamientos y palabras.

Como dice el dicho:

“Cuida tus pensamientos, que se convierten en palabras;
cuida tus palabras, porque se convierten en actos;
cuida tus actos, porque se convierten en hábitos;
cuida tus hábitos, porque se convierten en carácter;
cuida, finalmente tu carácter porque en él te juegas tu destino.

MALA MEMORIA

Exigiendo un cerebro de elefante

En qué parte de la conciencia quedan registrados los sucesos de nuestras vidas es la pregunta que me vengo planteando hace ya un par de meses. Al parecer, para mí, se esconden junto con esa misma parte que te dice “No hagas esto o aquello porque ya sabes lo que va a suceder”.
Hace poco, en un canal de animales escuche que los elefantes son los seres vivos con mejor memoria en el mundo y que se pueden acordar de dónde bebieron agua hace 40 años y guían a toda la manada al agua en épocas de sequía. Ahí fue cuando me detuve a pensar en lo genial que sería que mi memoria, de vez en cuando, me diera un gran ejemplo de fortaleza y me dictara aquellos recuerdos que, por una cosa de ética y buena salud, no debiera olvidar.
Desde ahí fue cuando comencé a plantear los pros y contras de tener una excelente memoria a largo plazo:

CONTRA:
Cuando todos recuerdan un episodio de tu vida, tu propia vida. Y todos lo recuerdan, se ríen y disfrutan y tú con cara de en qué película pasó eso. Ahora, las causantes pueden ser: falta de memoria a corto plazo o un exceso donde el alcohol te absorbió hasta un par de neuronas. Ahí es cuando dices: Si que buena, ya, y ¿pasó algo más interesante?. Y ahí es cuando te comentan facetas de tu vida, que ni tú las hubiese descubierto en tus sueño.
Así que ¿canté?, mira tú, y ¿también pelee?, díganme con quién, y ¿comí todo eso?, te dejo plata para que llenes tu refrigerador, y ya no quiero escuchar más.
Y ahí el Power Point de imágenes cortadas que tienes en la cabeza, sólo te sirven para agravar la falta. Ese momento es cuando llega la maldita memoria y como me gustaría perderla.

PRO:
Cuando la Ley de Murphy nos raya en la locura temporal. Justo cuando buscamos algo, solo recordamos que lo tomamos, lo levantamos y lo llevamos a algún lugar. Hasta ahí vamos bien, el hecho es saber cuál es el lugar, pero no, no podemos recordarlo y damos mil vueltas y de pronto lo vemos, ahí donde mismo pasé, al menos, unas cinco veces.
O cuando en un examen nos hacen una pregunta que recordamos haber estudiado, sabemos que estaba en los apuntes del cuaderno, que viste la imagen en el libro y que además el profesor dijo “anoten esto que es importante, como para la prueba, digo yo” y uno ahí con esa tremenda laguna mental que te tiene mirando al ventana y el lápiz, como si la respuesta se encontrara ahí. Aunque sabes que la respuesta viene justo cuando sales de la sala y comienzas a comparar las respuestas.
Ahí es cuando quisiera tomar mi memoria, colgarle una soga al cuello y lanzarla por la ventana o simplemente decirle a mi madre, ella es la culpable de la mala nota, castígala a ella, no a mí.

CONTRA:
Cuando por cosas de la vida te da por un momento de “Living la vida Loca” conoces a un tipo que después de sendo carrete, te das cuenta de que, a parte de los hombres, las mujeres también debemos tener mala memoria. No digamos que es por una cosa de cobardía o de mala mujer, si no que igual que a los hombres, el extremo silencio los convierte en caballeros, a nosotras nos convierte en princesas, damas o señoritas o algo parecido. Da lo mismo, el hecho es no escarbar en escenas pasadas.

PRO:
Definitivamente cuando alguien nos engaña, es ahí la razón del asunto. Como me gustaría tener una memoria que sacara patitas, las levantara y luego me zapateara este débil cerebro. Mira que ya a uno no le quedan rodillas que pelar, después de darte de porrazos con la misma piedra. Bueno, a veces la piedra tiene otro nombre u otra forma, pero al fin y al cabo, sigue siendo una piedra.

Luego de este análisis lo único que puedo decir es que elijo, de todas formas, una memoria de elefante, ya que así como me gustaría recordar los buenos momentos, para disfrutar de ellos, también me agradaría recordar los malos, ya que sin ellos jamás podría crecer. Una cosa está clara, con memoria o sin memoria de elefante las piedras siguen cayendo del cielo, así que o me tropiezo con una o la pateo lo más lejos posible. ¿Qué escoges tú?.

¿CÓMO SER FLORENCIA Y NO MORIR EN EL INTENTO?

Todo partió en una pequeña fiesta de Lulú. Botellas de vino, celulares cerca, pijamada, películas románticas y FM2 sonando de fondo, ambiente propicio para una serie de comentarios feministas, sin embargo, lo mejor era que la fiesta la componían 4 psicólogas y una periodista, que pese a la borrachera, no dejaba de escribir en su notebook lo que ella llamaba un servicio de utilidad pública. Esto partió como una pequeña recopilación de historias de mujeres que con tanta vuelta, cuento y mentiras de los hombres habían logrado darse cuenta de que el príncipe azul no existía, o al menos había que besar a muchos sapos antes de encontrar el príncipe y para esas alturas daba lo mismo si era azul.

PERO, y aquí viene el famoso pero, descubrí que esto de las relaciones amorosas no se trata de hombres malos y mujeres sufridas, solo existen personas con historias distintas y con formas de afrontar distintas. Sí, existen los hombres psicopáticos, pero también existen las brujas sobre aspiradoras, no digo escobas porque me imagino que muchas ya nos hemos actualizado. Obviamente me dirán que no descubrí nada nuevo, pero para esta cabecita mía, si que era nuevo el asunto, así que déjenme decir que sí fue un descubrimiento, casi como el de América. El hecho es que existe de todo en la viña del Señor y el pasar por malas experiencias, no es solo cosa de mujeres.

Aquí es donde nace Florencia, una mujer que vive situaciones típicas, pero con hombres atípicos. Ella me pregunta cuál es al razón de que me llame la atención su vida, yo le digo que ella es lo que llamamos una mujer cabrona. Flo obviamente me dice que soy una mala onda, yo le digo que ser cabrona es ser lo mejor. Sigue sin entenderme y es que no ha leído la cantidad de libros auto-ayuda emocional que he leído yo.
En resumen logra poner su cabeza ante su corazón, vive la vida, no se amarga con nada, se cae y a los 10 minutos ya se está levantando y cree fielmente que la vida es para comenzarla una y otra vez, ya que los comienzos son lo mejor.

Yo la llamo mi Pepe Grillo, ella dice que es mi despabilamiento diario, ya que me da de retos y zamarrones cada vez que me acuerdo del EX. Flo me recita una y otra vez que si quiero aprender a ser CABRONA debo dejar de andar pensando en el EX como el único amor de mi vida y que al fin debo ser una mujer libre. Yo simplemente le contesto que ser ella es más difícil de lo que yo creía. Entonces me respondió: al menos inténtalo. Le pregunté ¿Cómo ser Florencia y no morir en el intento?. Me miró con cara de te doy de cachetada si vuelves a preguntar y me dice: al menos lo intentaste.