¿Cómo ser Florencia y no morir en el intento?

Florencia es una mujer que vive situaciones típicas, pero con hombres atípicos. Ella me pregunta por qué me llama tanto la atención su vida y yo le digo que ella es lo que llamamos una mujer cabrona. Ella se enoja, pero yo le digo que ser cabrona es lograr poner su cabeza ante su corazón, vive la vida, no se amarga con nada, se cae y a los 10 minutos ya se está levantando y cree fielmente que la vida es para comenzarla una y otra vez, ya que los comienzos son lo mejor. Dice que entonces así sí.
Yo la llamo mi Pepe Grillo, ella dice que es mi despabilamiento diario, ya que me da de retos y zamarrones cada vez que me acuerdo del EX. Flo me recita una y otra vez que si quiero aprender a ser CABRONA debo dejar de andar pensando en el EX como el único amor de mi vida y que al fin debo ser una mujer libre. Yo simplemente le contesto que ser ella es más difícil de lo que yo creía. Entonces me respondió: al menos inténtalo. Le pregunté ¿Cómo ser Florencia y no morir en el intento?. Me miró con cara de te doy de cachetada si vuelves a preguntar y me dice: al menos lo intentaste.

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lunes, 29 de marzo de 2010

ANTES DE PARTIR

Hacía un zapping blog por la red, cuando descubrí una nota, escrita por mi amiga de letras en “Mi vida en serie”, donde señalaba “The Bucket list”, una película que da HBO bajo el título de “Antes de Partir”. De aquí es que nació la extraña idea de analizar las posibilidades de morir o estirar la pata, en cualquier instante, ir al cielo, porque me imagino que ahí iré, que aparezca San Pedro y me pregunte si cumplí mis metas personales y sueños en la tierra. Y ahí digo yo ¿Qué le podría responder a este personaje?, si ni siquiera he analizado cuales eran, cuales son y cuales serán mis metas o sueños en esta vida. Siempre que me preguntan sobre el tema, solo atino a responder mecánicamente ser feliz, tener una linda familia y ser una periodista reconocida. Una respuesta digna de mis universo.
Por favor, aquí pido una mente bastante abierta y liberal, como para no tomarse esto como algo serio y comenzar a analizar, solamente, los aspectos profesionales y morales. Aquí les doy el espacio para que piensen, hasta en la estupidez más loca que se les ha ocurrido vivir.

Por más loco que parezca, creo que es un tema complejo de analizar.

De tan solo comenzar a pensar en mis últimos meses de vida y nótese que no hablo de minutos u horas, porque para darle espacio a mi imaginación, al menos necesito un meses para tanta imbecilidad que se me ha ocurrido, me doy cuenta que la lista es más larga de lo que pensaba.

1. Hacer un tour en Tailandia, con mis amigas. Ese donde te lanzan al río, en un flotador gigante, y paras como puedes en los bares que están en al orilla y que al final no sabes ni donde paras de lo ebrio que llegas. Y si es que llegas.
2. Escribir un libro, porque al menos un legado tengo que dejar en este mundo. Y de hijos ni hablemos, hasta ahora.
3. Ir a Costa, la fábrica de chocolates y darme un baño en la fuente de chocolate.
4. Hacerme una full liposucción, así al menos muero digna. Así cuando me vayan a ver los “personajes” de mi vida, dirán, que regia era la finada.
5. Estar en las bodegas de ropa, de la revista VOUGE.
6. Ir a mochilear a alguna zona de Chile, ya que aunque no lo crean, a mis 25 años, nunca lo he hecho.
7. Encontrar a cierto personaje, mirarlo a la cara y decirle, al fin, que creo que siempre fue un ... y que pese a los años, lo sigue siendo. Al menos no me voy con las ganas.
8. Programar el mejor funeral de la historia, onda concierto y bailoteo, así todos recordarán ese día como el mejor de sus vidas.
9. Tomar un pasaje a España, tocar la puerta de mi hermana y decir SORPRESA.
10. Volver a las Islas Canarias y hacer todo lo que no hice.
11. Ir a Egipto y sacarme una foto en las pirámides, arriba de un camello.
12. Juntar a toda mi familia, tíos, primos, etc, en un asado gigante y que dure todo un fin de semana.
13. Pasar el mejor día de mi vida junto a esa persona amada y quererla con la misma intensidad del primer día, pero con la experiencia y confianza, de los años juntos.

Ahora, solo abre tu mente, piensa como niño, ese niño que a veces pide a gritos salir y decir que pese a los años, aún se pueden querer cosas sin sentido y con ningún otro motivo más que vivirlas, sólo por un tema de curiosidad. Y que no es necesario saber que este día puede ser el último, para realizar al menos una que otra cosita de tu lista. Aún es tiempo.

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